Esta oración fue revelada a un sacerdote devoto en Roma durante el Santo Sacrificio de la Misa, para que aquellos que recen esta oración con devoción y fe sean librados de los grandes sufrimientos que pronto llegarán al mundo entero.
Veni, Creator Spiritus Mentes tuorum visita, Imple superna gratia Quae tu creasti, pectora. Qui diceris Paraclitus, Atissimi donum Dei, Fons vivus, ignis, charitas Et spiritalis unctio. Tu septiformis munere, Digitus paternae dexterae Tu rite
Señor: tened piedad de nosotros. Cristo: tened piedad de nosotros. Padre omnipotente: tened piedad de nosotros. Jesús, Hijo eterno del Padre, y Redentor del mundo: salvadnos Espíritu del Padre y del Hijo y amor infinito de uno y otro: santificadnos. Tr
Ven, ¡oh Espíritu divino, consolador de las almas atribuladas, alegría de los corazones, alivio de toda aflicción! Ven, ¡oh santificador de los pecadores, maestro de los humildes, Padre compasivo de los huérfanos, fortaleza de los flacos, refrigerio