NOVENA
EN HONOR DE
SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS
Por la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, por la santificación de nuestras familias, por las intenciones particulares de los cruzados.
Por la señal…etc
ACTO DE CONTRICCION
¡Oh Dios de infinita bondad,!, que no desechais “ al corazón contrito y humillado”, mucho me pesa el haberos ofendido, y mediante vuestra gracia prometo nunca mas pecar. Suplícoos humildemente me alcancéis el favor que solicito, en atención a los méritos de Santa Teresa, vuestra predilecta esposa “a quien disteis siempre y sin medida cuanto os pedía”.
Amén.
ORACION PARA TODOS LOS DIAS
¡Amabilísima Santa Teresita del Niño Jesús, que durante tu vida mortal solo pretendiste agradar a tu celestial Esposo, orando y padeciendo por el bien de las almas, y que ahora en el cielo tienes tal ascendiente sobre su corazón que parecen haber sido puestas en tus manos, las riquezas de su poder y de su bondad, las cuales derramas sobre nosotros como abundante lluvia de celestiales rosas: llenos de confianza nos acercamos a ti, para implorar tu intercesión en favor nuestro y de todas las personas que amamos.
Alcánzanos la gracia de amar a Jesús y a María con un amor semejante al tuyo, para que, imitándote en esta vida, merezcamos gozar de su regalada vista en tu dulce compañía, y además la gracia que te pedimos en esta novena, si ha de ser para gloria y bien de nuestras almas.
Pídase humilde y confiadamente la gracia……………………
DEPRECACIONES A LA SANTITA
¡Florecita del Carmelo!, que dijiste “pasaré mi cielo haciendo el bien a la tierra” acoge piadosamente mis deseos y sé mi abogada ante el Señor. Ave María.
¡Florecita del Carmelo!, que aseguraste “que tus oraciones serían bien recibidas en el cielo”, acoge piadosa mis deseos y sé mi abogada ante el Señor. Ave María
Santa Teresita del Niño Jesús, ruega por nosotros.
ORACION
Oh, Señor, que dijiste “si no os hacéis como niños no entraréis en el reino de los cielos”, te pedimos que nos concedas la gracia de seguir las huellas de la santa Virgen Teresita, en la humildad y sencillez de corazón, de tal modo que consigamos los premios eternos. Tu que siendo Dios vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amen
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