Por las necesidades temporales y espirituales de todos los cruzados, especialmente por las situaciones consideradas "difíciles" e "imposibles" Por el don aparentemente imposible de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado, la publicación del Tercer Secreto de Fátima y la conversión de los pobres pecadores.
Oh santa patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas súplicas ante tu Divino Señor son casi irresistibles, que por tu prodigalidad en la concesión de favores has sido llamada la Abogada de los Desesperados e incluso de los Imposibles. Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tan compasivo amor por tu Jesús Crucificado, que pudiste obtener de Él todo lo que pediste, por lo que todos recurren confiadamente a ti, esperando, si no alivio, al menos consuelo. Sé propicia a nuestra petición, mostrando tu poder ante Dios en nuestro favor. Sé generosa con nosotros, como lo has sido en tantos casos maravillosos, para mayor gloria de Dios, para la difusión de tu devoción y para el consuelo de los que confían en ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificarte dando a conocer tu favor, bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando en tus méritos y en tu poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:
(menciona aquí tu petición)
Obtén nuestra petición por los singulares méritos de tu infancia
por tu perfecta unión con la Divina Voluntad,
por tus heroicos sufrimientos durante tu vida matrimonial,
por el consuelo que experimentaste en la conversión de tu esposo,
por el sacrificio de tus hijos antes que verlos ofender gravemente a Dios,
por tu milagrosa entrada en el convento,
por tus severas penitencias y la flagelación tres veces al día,
por el sufrimiento de tu herida milagrosa que te dio el Salvador Crucificado,
por el amor divino que consumió tu corazón,
por tu notable devoción al Santísimo Sacramento, que fue lo único que te mantuvo durante 4 años,
por la felicidad con la que partiste para unirte a tu Divino Esposo,
y por el perfecto ejemplo que das a los hombres en todos los estados de la vida.
Ruega por nosotros, oh Santa Rita.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
+Amén
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