LATÍN
Veni, Creator Spiritus
Mentes tuorum visita,
Imple superna gratia
Quae tu creasti, pectora.
Qui diceris Paraclitus,
Atissimi donum Dei,
Fons vivus, ignis, charitas
Et spiritalis unctio.
Tu septiformis munere,
Digitus paternae dexterae
Tu rite promissum Patris,
Sermone ditans guttura.
Accende lumen sensibus,
Infunde amorem cordibus,
Infirma nostri corporis.
Virtute firmans perpeti.
Hostem repellas longius
Pacemque, dones protinus:
Ductore sic te praevio
Vitemus omne noxium.
Per te sciamus da Patrem
Noscamus atque Filium;
Teque utriusque Spiritum
Credamus omni tempore.
Deo Patri sit gloria,
Ejusque soli Filio,
Cum Spiritu Paraclito
In saeculorum saecula.
En el tiempo pascual se dice:
Deo Patri sit gloria,
Et Filio quia mortuis
Surrexit ac Paraclito
In saeculorum saecula. Amen
V. Emitte Spiritum tuum, et creabuntur.
R. Et renovabis faciem terrae.
Oremus. Deus, qui corda fidelium Sancti Spiritus illustratione docuisti, da nobis in eodem Spiritu recta
sapere, et de ejus semper consolatione gaudere. Per Dominum nostrum Jesum Christum Filium tuum,
qui tecum vivit et regnat in unitate ejusdem Spiritus Sancti Deus. Per omnia saecula saeculorum. Amen.
ESPAÑOL
Ven, Espíritu Creador,
Visita los entendimientos de los tuyos,
Llena de la gracia de lo alto
Los pechos que Tú has creado.
Oh Tú que eres llamado el Consolador,
Don del Dios Altísimo,
Fuente viva, fuego, caridad,
Y unción espiritual.
Tú, autor de los siete dones,
Dedo de la diestra del Padre,
Tú, promesa conforme del Padre,
Enriqueces las bocas de palabras.
Enciende tu luz en los sentidos,
Infunde tu amor en los corazones;
La flaqueza de nuestro cuerpo
Fortalece con tu virtud constante.
Rechaza lejos al enemigo,
Danos la paz cuanto antes,
Siendo Tú así nuestro guía
Evitemos toda culpa.
Da que por Ti conozcamos al Padre,
Y también al Hijo,
Y a Ti, que eres Espíritu de entrambos,
Creamos en todo tiempo.
Gloria sea a Dios Padre,
Y al Hijo, que de los muertos
Resucitó, y al Paráclito
Por los siglos de los siglos. Amén.
VENI, SANCTE SPIRITUS
Veni, Sancte Spiritus,
Et emitte caelitus
Lucis tuae radium.
Veni, Pater pauperum,
Veni, dator munerum,
Veni, lumen cordium.
Consolator optime,
Dulcis hospes animae,
Dulce refrigerium.
In labore requies,
In aestu temperies,
In fletu solatium.
O lux beatíssima!
Reple cordis intima
Tuorum fidelium.
Sine tuo numine,
Nihil est in homine,
Nihil est innoxium.
Lava quod est sordidum,
Riga quod est aridum,
Sana quod est saucium.
Flecte quod est rigidum,
Fove quod est frigidum,
Rege quod est devium.
Da tuis fidelibus,
In te confidentibus,
Sacrum septenarium.
Da virtutis meritum,
Da salutis exitum,
Da perenne gaudium. Amen.
V. Emitte Spiritum tuum, et creabuntur.
R. Et renovabis faciem terrae.
Oremus. Deus, qui corda fidelium Sancti Spiritus illustratione docuisti, da nobis in eodem Spiritu recta
sapere, et de ejus semper consolatione gaudere. Per Christum Dominum nostrum. Amen.
TRADUCCIÓN
Ven, oh Santo Espíritu,
Y envía desde el cielo
Un rayo de tu luz.
Ven, oh Padre de los pobres;
Ven, oh dispensador de los dones:
Ven, oh luz de los corazones.
Consolador óptimo,
Dulce huésped del alma,
Dulce refrigerio.
En el trabajo descanso,
En los ardores alivio,
En el llanto consuelo.
¡Oh luz beatísima!
Llena lo íntimo del corazón
De tus fieles (siervos).
Sin tu benéfico numen
Nada hay en el hombre,
Nada hay puro.
Lava lo que está manchado,
Riega lo que está árido,
Sana lo que está herido.
Dobla lo que está rígido,
Enfervora lo que está frio,
Endereza lo que está torcido.
Da a tus fieles
Que en Ti confían
Los siete dones.
Da el mérito de la virtud,
Da el éxito de la salud,
Da el gozo perenne. Amén.
Las indulgencias concedidas por rezar el Veni, Creator o el Veni, Sancte, son: 1º Indulgencia de cien días cada vez y todos los días del año; 2º Indulgencia de trescientos días, el domingo de Pentecostés y
durante la octava; 3º Indulgencia plenaria una vez al mes, a todos los que rezasen el himno o la traducción una o muchas veces, cada día del mes, con la intención de rogar por la concordia entre los
príncipes cristianos, etc., recibiendo los Sacramentos.
Es preciso, pues, al decir estas oraciones, tener la intención de rogar al mismo tiempo por las necesidades de la Iglesia, pero no es necesario añadir otras oraciones con este fin. (Pío VI, breve de 26
de mayo de 1796).
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