SÚPLICAS AL NIÑO JESÚS
¡Oh Santísimo Niño! por la caridad infinita con que bajando del cielo a la tierra quisiste ser concebido por obra del Espíritu Santo en las entrañas de la Virgen María, y hacerte hombre por salvar al género humano. Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por los nueve meses que te albergó en su seno tu dulcísima Madre, y por el deseo ardiente con que esperaba, en compañía de su casto esposo san José, verte nacido y estrecharte en sus brazos: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por el amor inmenso con que quisiste nacer en la estación más fría del año y ser reclinado en un pesebre entre dos animales, donde te adoraron ángeles y pastores: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por la sangre preciosa que derramaste para lavar mis culpas en el misterio de la Circuncisión, a los ocho días del nacimiento, y por tu dulcísimo nombre de Jesús, que quiere decir Salvador de las almas: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por aquella fe viva y caridad abrasada que comunicaste a los santos Reyes, para que guiados por una estrella viniesen desde el Oriente a ofrecer a tus plantas preciosos dones: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por la alegría y singular consuelo con te adoraron y abrazaron el viejo Simeón y Ana profetisa, cuando fuiste al templo a presentarte la primera vez: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por aquella bondad con que quisiste ser llevado a Egipto huyendo del cruel Herodes, y recibir en holocausto las primicias de tantos niños, que para darte gloria derramaron su inocente sangre: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por el destierro que sufriste con tanta paciencia, permaneciendo desconocido en aquel país extraño, infiel y ciego en el falso culto de la idolatría: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por las aflicciones y penalidades que pasaste al volver de Egipto a Galilea en tan largo y molesto camino, en compañía de san José y de tu querida Madre: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por la santidad admirable con que después viviste en la pobre casa de Nazaret, siempre sujeto y obediente a la voluntad del señor san José, tu Padre adoptivo, y la de María, tu Madre amorosísima: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh Santísimo Niño! por el dolor y angustia que experimentaron tus amantes padres cuando te perdieron en Jerusalén, y por el gozo indecible que recibieron hallándote en el templo a los tres días disputando con los doctores: Mírame con ojos de misericordia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Angelus Domini nuntiavit Mariae.
Et concepit de Spiritu Sancto.
Oremus. Deus, qui de Beatae Mariae Virginis utero Verbum tuum, Angelo nuntiante,
carnem suscipere voluisti; praesta supplicibus tuis, ut qui vere eam Genitricem Dei
credimus, ejus apud te intercessionibus adjuvemur. Per eumdem Christum Dominum
nostrum. Amen.
Respuestas