Ya que septiembre está dedicado a los Santos Ángeles, por favor rece esta poderosa oración a Nuestra Señora, Reina de los Ángeles, una vez al día durante el mes. Una santa monja tuvo una visión de la tierra cubierta de demonios y sus trampas. Al mismo tiempo, pensó en pedirle a nuestra Señora que enviara a sus ángeles para derrocar a las fuerzas del mal.
"Madre mía, tú que eres tan buena, ¿no podrías enviarnos a los Ángeles sin que tengamos que pedirlo?"
"No", respondió la Santa Virgen, "la oración es la condición establecida por Dios mismo para obtener gracias".
"Entonces, madre mía, ¿me enseñarías Tú misma cómo debemos rezar?" Y el alma buena recibió esta oración.
Gloriosa Reina del cielo, sublime Señora de los Ángeles, desde el principio Dios os dio la virtud y la misión de aplastar la cabeza de Satanás. Muy humildemente os suplicamos de enviarnos vuestras legiones celestiales para que bajo vuestro mando y por vuestra virtud, repriman a los espíritus malignos, los combatan en todas partes, confundan su osadía y los arrojen al infierno.
Gloriosísima Madre de Dios, enviad vuestros ejércitos invencibles para que nos ayuden en la lucha contra los emisarios del infierno entre los hombres; frustrad los planes de los ateos y confundid a los impíos; concededles la gracia de la luz y conversión, para que con nosotros alaben a la Santísima Trinidad y honren a Vos, nuestra Madre clemente, piadosa y dulce.
Patrona poderosa, que vuestros Ángeles protejan vuestras Iglesias y Santuarios en todo el mundo. Que protejan las casas de Dios, los lugares sagrados, las personas y cosas, y especialmente la Santísima Eucaristía. Preservadlas de la profanación, del robo, de la destrucción y desacralización. Preservadlas, Señora nuestra!
OH Madre celestial, sed asimismo el amparo de nuestras cosas, de nuestras moradas y familias contra la maldad y astucia de nuestros enemigos visibles e invisibles. Que vuestros santos Ángeles habiten en ellas y reine devoción, paz y gozo en el Espíritu Santo!
¿Quién como Dios? ¿Quién como Vos, Reina de los Ángeles y Terror del infierno? OH clemente, OH dulce Madre de Dios, y Madre inmaculada del Rey de los Ángeles “que ven continuamente la cara del Padre que está en los cielos”, Vos sois para siempre nuestro amor y amparo, nuestra esperanza y nuestra gloria!
San Miguel, santos Arcángeles, defendednos, protegednos! Amen.
Exorcismo privado. Cada uno puede y debería utilizarlo y recitarlo sobre sí mismo y otros –también de lejos – usando la señal de la cruz y agua bendita, particularmente en tiempos de graves tentaciones, de pruebas y tribulaciones, de confusión y ofuscación, en momentos de abatimiento y desesperación, al tratar asuntos importantes o al tomar graves decisiones, frente a personas hostiles y especialmente cerca de la cama de los enfermos o moribundos:
En el nombre de Jesús, María y José, yo os mando, espíritus malignos, dejarnos y salir de este lugar (dejarlos y salir de aquel lugar): no os atreváis volver a tentarnos y hacernos nuevamente daño (tentarlos y hacerles nuevamente daño). Jesús! María! José! (tres veces). San Miguel, defiéndenos. Santos Ángeles de la Guarda, protegednos contra toda maldad del diablo.
Bendición: La bendición del Padre, el amor del Hijo y la virtud del Espíritu Santo, la protección maternal de la Reina del Cielo, los méritos de San José, la ayuda de los Ángeles y la intercesión de todos los Santos estén con nosotros (vosotros) y nos (os) acompañen siempre y por todas partes! Amen.
Con licencia Eclesiástica.
Comentarios
Amen
Amen
Amen
AMEN
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen