Esta Novena de la Gracia, que comienza el 4 de marzo y termina el 12 de marzo, día de la canonización de San Francisco Javier, debe su origen al propio Santo. En diciembre de 1633, el padre Marchello Mastrilli, S.J., agonizaba. San Francisco se le apareció, pidiéndole que renovara el voto que había hecho de trabajar en Japón. San Francisco prometió que todos los que pidieran su ayuda durante esta novena y recibieran dignamente la Confesión y la Sagrada Comunión en uno de los nueve días, experimentarían su protección y podrían esperar con seguridad obtener de Dios cualquier gracia que pidieran para la Gloria de Dios y el bien de sus almas.
Amabilísimo y amantísimo San Francisco Javier, en unión contigo adoro reverentemente a la Divina Majestad. Me regocijo sobremanera por los maravillosos dones que Dios te concedió.
Doy gracias a Dios por las gracias especiales que te concedió durante tu vida en la tierra y por la gran gloria que te alcanzó después de tu muerte.
Te suplico que me obtengas, por tu poderosa intercesión, la mayor de todas las bendiciones, la de vivir y morir en estado de gracia.
Te ruego también que me asegures el favor especial que te pido en esta novena.
Mencione aquí las peticiones...
Al pedir este favor, estoy plenamente resignado a la Divina Voluntad. Sólo ruego y deseo obtener lo que más conduzca a la mayor gloria de Dios y al mayor bien de mi alma.
V. Ruega por nosotros, San Francisco Javier.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oh Dios, que concediste, por la predicación y milagros de San Francisco Javier, unir a tu Iglesia las naciones de las Indias, concédenos, te suplicamos, que nosotros, que reverenciamos sus gloriosos méritos, imitemos también su ejemplo, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Añadir 3 Padrenuestros y 3 Avemarías en memoria de la devoción de San Francisco Javier a la Santísima Trinidad, y 10 veces Gloria en acción de gracias por las gracias recibidas durante sus 10 años de apostolado.
Comentarios
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen
Amen