Oh siempre Virgen Inmaculada, Madre de la Misericordia, salud de los enfermos, refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, tú conoces mis necesidades, problemas y sufrimientos. Dígnate dirigir sobre mí una mirada de misericordia. Al aparecer en la gruta de Lourdes, te has complacido en hacer de ella un Santuario privilegiado desde el que dispensas tus favores. Ya son muchos los enfermos que han obtenido la curación de sus dolencias, tanto corporales como espirituales.
Vengo, pues, con ilimitada confianza, a implorar tu maternal intercesión. Concédeme, oh Madre amorosa, la obtención de mis peticiones.....
(menciona tu petición)
Me esforzaré por imitar tus virtudes para poder compartir un día tu gloria y bendecirte en la eternidad. Amén.
Oh María, concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Madre de Dios.
Santa Virgen María Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros al Corazón de Jesús, que es tu Hijo.
Nuestra Señora de Lourdes, rogad por nosotros.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Por los enfermos y agonizantes,
Por la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María
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