Por la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María
Por los Cruzados y sus familias
Acordaos, santísimo esposo de María, dulce abogado padre y señor mío, san José, que jamás se ha oído decir que ni uno solo de los que han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya quedado sin consuelo. Animado con esta confianza vengo a vuestra presencia en este día, y me encomiendo fervorosamente a vuestra bondad. ¡Oh padre adoptivo de mi redentor Jesús! No desatendáis mis súplicas; antes bien acogedlas propicio, despachadlas favorablemente, y socorredme con piedad. Amén.
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Amen
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