Oh Jesús amantísimo, que con tus virtudes excepcionales y el ejemplo de tu vida hogareña santificaste el hogar en el que elegiste vivir mientras estabas en la tierra, mira misericordiosamente a nuestras familias, cuyos miembros se postran humildemente ante Ti e imploran tu protección. Recuerda que somos Tuyos, vinculados y consagrados a Ti por una especial devoción. Protégenos en tu misericordia, líbranos del peligro, ayúdanos en nuestras necesidades e impártenos la fuerza para perseverar siempre en la imitación de tu Sagrada Familia. Para que, sirviéndote y amándote fielmente durante esta vida mortal, te demos finalmente la alabanza eterna en el Cielo.
Oh María, Madre amadísima, imploramos tu asistencia, sabiendo que tu Divino Hijo escuchará tus peticiones.
Y tú, glorioso patriarca San José, ayúdanos con tu poderoso patrocinio y pon nuestras peticiones en manos de María, para que las ofrezca a Jesucristo.
+Amén
Por los Cruzados y sus familias.
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Amen
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